No hay que esperar 100 días para medir los efectos del accionar del actual mandatario norteamericano Donald Trump y su “influencia” Elon Musk. Una cosa es predicar y otra es practicar y en la práctica en este caso se desarrolla una debacle de unas mentalidades sin sentido.
Predicaron ahorro y muchos votantes le creyeron la predica, pero el accionar ha resultado en miles de personas profesionales sin empleo de un día para el otro.
Los reclamos ya se hacen sentir en muchos estados tradicionalmente republicanos y muchos congresistas o representantes sienten ya la presión y los votantes reclaman el engaño.
A medida que pasan los días el actual inquilino de la casa blanca vuelve a las andadas de su mandato anterior. Avienta globos con ideas descabelladas en su mayoría con el efecto mediático feudal, monárquico y hasta dictatorial.
Es muy temprano para definir las consecuencias de los continuos golpes de timón que experimenta día a día estos Estados Unidos.
Siempre se habla del periodo de luna de miel, o los primeros 100 días. Pero los días que han pasado parecen desde ya años de desgaste. Las excepciones son el romance con Vladimir Putin y el caso Ucrania, así como la alegría constante de la ultraderecha norteamericana con cada ocurrencia descabellada de esta administración.
El concepto del balance de poder podría perder la paciencia en cualquier momento. El concepto es uno básico donde ninguna entidad de los poderes debe tener el poder absoluto y los votantes desde ya están sintiendo y resintiendo el desbalance provocado.
Elon Musk está en la cúspide de estar casi mandando más que el presidente lo que lleva a cuestionar la legalidad del poderío otorgado. A algunos niveles el poder judicial ha cuestionado el accionar y en otros los ha endosado. Politiquería al fin dirán unos mientras otros se aferran a la interpretación y aplicación de las leyes vigentes.
En términos de la geopolítica mundial una novela Kafkiana - donde abunda lo absurdo e irónico - se queda corto de cómo se han posicionado el accionar de esta administración con los temas de Palestina, Ucrania, Rusia, y hasta la olvidada Latinoamérica donde los temas ya no son prioritarios mientras no amenacen los intereses sin olvidar si el maltrato de siempre.
Los votantes hispanos también fueron engañados con las falsas promesas, las de siempre, las de la conveniencia que luego resultan en amnesia total a la hora de los reclamos.
Siempre lo he dicho que cuando se trata de cuestiones básicas, las carencias, los despidos masivos, los recortes y cualquier cosa que golpee directamente el bienestar generalizado se vuelve la punta de lanza automático sin importar los intereses partidarios y solo así se podrían generar los cambios necesarios rectificando el rumbo incierto que vivimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario