Que tristeza que Amalia perdió a su Bebe en la Ciudad de León, Nicaragua. Ojala que todo esto ayude a las autoridades a reflexionar a favor de la despenalización del aborto en casos extremos como este.
Nicaragua es una vergüenza en este caso.
Que hipocresía de la Ministra de Salud de Nicaragua al presentarse al hospital donde se desarrollo todo este episodio y pretender olvidar las circunstancias en que se dieron estos hechos y llegar con el pretexto de solidarizarse con Amalia. Nadie a nivel gubernamental quiso hacer nada entonces, que patraña la de ahora querer hacer algo.
Mantengo por principios que en casos como este esas leyes retrogradas deben desaparecer.
Por humanidad Amalia esta mas que golpeada por perder a su bebe y es entendible que la Familia quiere privacidad en este momento doloroso.
Ojala alguien, algún diputado de la Asamblea Nacional de Nicaragua tenga a bien tomar causa para que estas leyes cambien. Por principios nuevamente al Diputado que tenga la valentía de hacerlo que cuente con mi apoyo por el simple hecho de querer buscar soluciones.
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