Querer desbaratar un sistema que ha funcionado desde su implementación inicial en 1787 y posteriores ajustes en 1803 el sistema es uno simple para evitar el nepotismo, la separación de poderes y más importante aún el balance de poder. La historia de estos Estados Unidos ha quedado más que demostrados momentos de altura y bajeza de estas leyes, pero hay algo que siempre ha existido y es la capacidad de alguno de los poderes de ponerle freno a cualquier abuso resultando en el ajuste y corrección para al menos mantener algún orden.
Pero es en este 2025 donde ese marco constitucional se ve amenazado por el accionar de actual de un presidente que cree fielmente en que gobernar por decreto monárquico representa la solución a sus planes de imponer su estilo de gobernanza a la fuerza.
Retar a uno de los poderes o todos es el equivalente de violar las más elementales leyes que solo ayudan a refrendar no solo un sistema monárquico, pero también uno dictatorial.
Todo accionar tiene sus consecuencias. La primera señal se ve reflejada en los costos políticos que enfrentan Republicanos elegidos por votación. Los reclamos ya comenzaron y no van a desaparecer ni a mediano plazo. Lo que sigue es un reflejo ya de impopularidad del presidente Trump donde los votantes que creyeron en el ahora están en las nubes de los arrepentimientos.
Los números son un reflejo de las marcadas divisiones que enfrenta este país donde más de la mitad 51% cree que el accionar del presidente es reprochable, 61% piensa que la guerra tarifaria es un error y solo un 39% piensa que maneja bien la economía.
El problema migratorio solo es comparable al accionar de Hitler con la solución final. Separación de familias, niños, acosos, cacerías, detenciones sin sentido, expulsión del país sin ningún asidero legal aun con visas, aun con papeles. Tratar y etiquetar a personas legales como enemigos para justificar expulsión. Influenciar la creencia de que todos somos criminales mal habidos.
Muchos seres humanos durante el holocausto fueron detenidos por que parecían que eran judíos o algún familiar era sin prueba alguna fueron enviados en trenes a campos de concentración. Aquí la historia se repite y las violaciones del orden constitucional están a la orden del día. El concepto es “eres inocente hasta que se te demuestre lo contrario” pero en la mentalidad actual es “eres culpable y no tienes chance de demostrar lo contrario” ¿Qué diferencia hay entre lo uno y lo otro?
Siempre alguien salta y reza que vendrá un mesías a salvarnos de esta. Pero por ahora la única visible oposición falla en liderear la batalla. Falta cohesión y astucia. Pero hay esperanza de los que si tienen capacidad y poder de cambiar las cosas y esos son los votantes y ya tendrán oportunidad de producir un golpe de timón como solo el poder del voto lo podría hacer.
Siempre existe la posibilidad de un líder, un “alternativo” o competidor que logre unificar los criterios y hacerle frente al accionar desenfrenado de esta administración. Esperando que aparezca y unifique a moros y cristianos para poner el orden antes qué sea muy tarde.
