Han pasado meses desde los resultados electorales de Venezuela. No escribimos para juzgar quien tiene la razón ni quien le robo a quien porque discutiríamos para siempre. La realidad actual obliga a hacer una lista de considerandos y consecuencias del accionar político venezolano para tratar de pensar en un futuro.
El Caso Maduro
Como definir una mala asesoría la respuesta está en el equipo que rodea a Maduro. Demasiados errores discutibles quizás pero una cosa creo que le queda clara incluso al más cuerdo de los locos. Nicolás Maduro no es Hugo Chávez, la comparación simplemente no existe.
No voy a ahondar en los errores de forma por que han sido de sobra discutidos. La realidad objetiva es que Maduro ahondo la crisis de un país por ahora dividido políticamente.
Resulta inevitable incluir el aspecto de las divisiones internas dentro del Chavismo criticando o alabando el accionar del actual gobierno.
La simple existencia de Diosdado Cabello quien por ahora demuestra distanciamiento a muchas posturas de Nicolás Maduro donde ya algunos han ofrecido teorías de la implosión de este último donde se produjera un golpe de timón que en teoría propondría rectificar el rumbo desordenado y que asumiese "otro" el poder.
Las consecuencias de esa posibilidad presentan una complicación adicional a la crisis venezolana.
El factor económico juega un papel crucial –aparentemente- hay escases o acaparamiento de algunos productos básicos. Maduro ya ofreció racionar estos bajo la premisa que si hubiese un solo pan se reparte entre todos. Las comparaciones con otras experiencias de este tipo no se hicieron esperar.
El accionar interno y externo en este tema hace fácil la comparación con los casos de Nicaragua y Chile en sus respectivas épocas. Hay escases de todo decían y llegabas a Nicaragua y aunque con filas para todo, algo había y la gente compraba y en honor a la verdad en el caso de Nicaragua el sandinismo gano esa guerra aun en medio de un conflicto. En el caso de Chile se complico al punto de un golpe de estado cuya historia de sobra conocemos.
El tema del abastecimiento es uno crucial para Maduro en caso de querer sobrevivir políticamente. Barriga llena corazón contento dice el refrán y no le queda a Maduro más que atinarle para salir airoso.
El caso Capriles
El discurso no ha cambiado “A mí me robaron las elecciones el 14 de abril. Si se anulan las actas de las mesas que hemos cuestionado mediante un contencioso electoral ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) —que representan el 55,4% del total escrutado— ganaríamos las elecciones con 400 mil votos de ventaja, 2% a nuestro favor. Y esto sin entrar en profundidades”, dice Capriles convencido de su verdad.
Puede tener la razón Capriles en su estadística pero eso no cambia la profunda división a la que estaría expuesto de cualquier manera asumiendo que ganara por esta protesta o por alguna otra forma. Solo de imaginarse si el mismo resultado hubiese sido a favor de Capriles la otra parte también hubiese protestado y la crisis hubiese sido la misma.
Un punto a favor de Capriles es que el Consejo Nacional Electoral (CNE) se ha negado a hacer una auditoría en los términos que la ha solicitado de todos los votos. Por lo general el que nada debe nada teme.
Los cartuchos se le están gastando a Capriles en términos estratégicos. Puede seguir empujando la agenda a nivel interno pero recientemente abrió uno adicional haciendo “lobby” a nivel internacional para hacer su punto.
La Esperanza
Todo esto es -como decía un familiar mío- “pura teoría” pero se ofrece un dialogo o entendimiento para estabilizar al país. No se trata de reconocer nada, solo se trata de la estabilidad y gobernabilidad del país.
En este último punto ambas partes coinciden en no dar su brazo a torcer pero deberían repensarlo ambos bandos antes que sea demasiado tarde y se complique al punto de que se vuelva aún más una crisis mediatica de impredecible desenlace.